Sólo un vaso de agua
Sólo voy por un vaso de agua…
Me detuve a mirar
por la ventana un segundo y vi como la lluvia seguía golpeando fuertemente
contra ella… a lo lejos una pareja se
bajaba de su carro y corrían a buscar donde refugiarse de la lluvia…accidentadamente abrían la puerta de su casa y se metían, no sin antes darse un
beso todos empapados.
Cierro la cortina
pues el frío se cuela y me dirijo a la cocina y aunque intento no hacer ruido,
el movimiento de vasos crea un sordo ruido cristalino que pone mis sentidos alerta. Abro el refrigerador, pero ya no hay
refresco… tendrá que ser agua.
Dejo el vaso a la
mitad y me regreso a la ventana… me gusta ver como llueve y aunque no pasan
muchos carros por esta calle, puedo ver que todavía hay movimiento en las casas
de mis vecinos. Los que acaban de llegar
yo creo que venían de una fiesta pues se les olvidó cerrar la cortina y ahora
están bailando… se les nota el amor en los poros.
El ambiente en
silencio me pone a reflexionar lo que he vivido estos últimos años y me hace revalorar
lo que tengo. Me tumbo sobre el sillón y
estoy tentado a prender la televisión, pero mejor me quedo con el sonido de la
lluvia… y uno que otro relámpago que rompe con la quietud de la noche… una
noche en la que ni el velador se atreve a hacer su rondín nocturno diario, amén
de terminar hecho una sopa…
Ya mis pantuflas
están rotas… a una cortina le falta un gancho… a esta pared le hace falta
pintura… son muchos los pensamientos que se agolpan en mi mente y no me dejan
disfrutar plenamente el momento… otro relámpago ilumina mi casa… una casa de
color blanco… una casa con la que alguna vez soñé.
Tengo hambre… y
busco en la alacena, nada en especial, solo lo que se me antoje en el momento…
encuentro pan integral y un poco de mermelada de fresa y me hago un sándwich…
regreso a la ventana…si un vecino me viera pensaría que soy un mirón, pero solo
estoy viendo llover… por fin pasa una patrulla a rondar… y mi sándwich ya se
terminó.
La lluvia
arrecia, checo que estén bien cerradas las ventanas para que no se filtre el
agua… me regreso a mi cama…
-¿Dónde andabas?
– me dices
-Tenía hambre –
respondo mientras me quito las pantuflas y me vuelvo a meter a la cama… siento
tu piel tibia al abrazarme…