Sueño de una noche de verano

viernes, noviembre 25, 2005

Muy aburrido al servicio de la comunidad


Quiero alertar, por este medio, a todos los hombres que les gusta circular por esta hermosa ciudad de Irapuato. Tengan mucho cuidado, pues en el cruce del boulevard Diaz Ordaz con Ejército Nacional, al detenerse uno en el semáforo, se acerca una chica, cabello rubio, delgada y con unos pectorales enormes, con la intención de limpiarte el parabrisas del auto. Sin embargo, al poco rato, esta chica llama a otra (morena y con un trasero impresionante) y te proponen que las lleves a pasear con la promesa de que te la vas a pasar bien.

Tengan cuidado si las suben, pues una vez arriba, mientras vas conduciendo, una de ellas te hace un sexo oral de lo más delicioso, mientras la otra te roba todo lo que traigas a la vista, desde las moneditas que dejas en el cenicero hasta el CD que traes tocando.

Los pongo sobre aviso pues el mes pasado me robaron 6 veces, la semana pasada 2 veces, y el fin de semana otras 2 veces... ayer no me robaron nada por que no las encontré...

Sonrían

viernes, noviembre 11, 2005

Tus amigos están ahi

Por creer en la gente tuvimos un problema familiar muy grande. Un problema que hizo que el mundo se cerrara a nuestro alrededor de tal manera que piensas en lo peor... Perdimos cosas materiales, pero también perdimos sueños y esperanzas.

"Lo único que queda en estos casos es la fe" - comenta uno de mis lectores.

Lo se... muchas personas nos dieron la espalda... sin embargo muchas otras nos tendieron la mano... ¿Cómo podremos pagar las muestras de solidaridad de ellos? ¿y la confianza? ¿y los abrazos sinceros? Quizá la única manera es llevando a buen término todo este asunto. Confiando en las autoridades y no quitando el dedo del renglón: no derrotarse.

Sinceramente no se como agradecerles por la ayuda...

Por creer en la gente tuvimos un problema familiar muy grande... sin embargo hay personas que siguen creyendo en nosotros y no los desilusionaremos.

...Aquí sigo...

jueves, noviembre 03, 2005

a Salvador Zavala Cerna


-"Ya me voy hijos... ya vino mi mamá por mi" - fueron sus últimas palabras... habían pasado sólo unas horas de cuando había salido del hospital y se le veía sonriente, como en sus mejores años. Pidió que le pusieran su gorra pues nunca perdió el ser coqueto, como todos los Zavala, cuando iba saliendo del hospital todavía se iba despidiendo de los que se encontraba a su paso. Alcanzó a llegar a su casa, lúcido y platicador. Su rostro mostraba los estragos de la enfermedad, pero su alma seguía tan fresca como siempre...

- "Levántense hijos... vámonos al cerro" - y como si nos hubieran puesto pilas, nos levantábamos a esa hora de la madrugada, nos vestíamos y nos armábamos con nuestra resortera. Él nos guiaba por entre las hierbas y lo interesante es que el camino y el paisaje siempre era diferente. Caminábamos cerca de 2 horas "mientras hacen hambre" nos decía. Con las resorteras tratábamos de pegarle a cuanta tuna se nos ponía enfrente. Siempre nos contaba historias, muchas de ellas repetidas, pero no por eso menos interesantes... "Aquí es donde se apareció la llorona"... "Dicen que en las noches se ven brujas por este cerro"

Se despidió de muchos... murió en su casa, en brazos de su familia.

Te extrañamos abuelito.