Sueño de una noche de verano

viernes, marzo 24, 2006

Ojalá que llueva café en el campo


Estos últimos días he estado meditando seriamente sobre el motivo que tenemos en esta vida... y buscando frenéticamente en muchos medios, me di a la tarea de localizar una fórmula para ser feliz... por lo que ahora, a mis 3 lectores les presento: "La formula para ser feliz en esta jodida vida"

Vaya!! hasta que vas a escribir algo bueno - dice uno de mis lectores en tono por demás mordaz

Se que todos están ansiosos por saber la fórmula de la felicidad, y mi intención no es otra más que decírsela, sin embargo, necesito de un aliciente para escribir de manera más fluida e interesante para ustedes, mis queridos 3 lectores. Voy por un café...

................. 15 minutos después.....

Por mi migraña solo puedo tomar café descafeinado (es decir, sin pizca del alcaloide de la cafeína)... se que esto sonará a pecado para algunos, pero es preferible esto a que al dia siguiente me despierte con una cefalea impresionante. Todos sabemos que por siglos el café ha sido una bebida criticada, odiada, alagada, prohibida, e inclusive valuada como el mismo oro... Este grano que nos fué importado (por los españoles, que a su vez lo obtuvieron de los árabes y los turcos), y que no tiene nada que envidiarle a nuestro muy nacional chocolate, nos ha situado en el quinto lugar a nivel mundial en producción de café (después de Brasil, Colombia, Indonesia y Vietnam). El café mexicano es una delicia (comparado inclusive al café colombiano, aunque el nuestro es un café ligero con una fina y rica acidez) y es en estados como Chiapas y Veracruz, lugares donde se produce el más delicioso café, hecho con una mezcla de granos conocidos como Arábica y Robusta, y en dichos lugares (además de Oaxaca) es donde se hace el café que se exporta hacia otros lugares del mundo, incluyendo los Estados Unidos, toda Europa y hasta Japón.

Y tanta gente no puede estar tan equivocada - comenta otro de mis lectores.

El café es entonces, sin lugar a dudas, la bebida por excelencia en el mundo entero. Y ahora que me estoy tomando el mio, creanmente que me está inyectando el ánimo suficiente para escribir un blog entero (¿ya habia comentado que no me gustaba esa palabra?) Sin embargo, despues de tanto rollo con lo del café ya ni me acuerdo sobre qué estaba escribiendo...

Ibas a mostrarnos la fórmula para lograr la felicidad, tomando café - comenta uno de mis lectores.

Ah! es cierto... aunque ya no queda mucho espacio para hacerlo, así es que lo dejamos pendiente para después. ¿Gustan un cafecito?

lunes, marzo 20, 2006

Llueve - Una historia triste


Llueve... y el aire fresco se cuela por las ventanas. Es una tarde gris de octubre y todo el día ha llovido. El hospital se encuentra en calma, pero en uno de los cuartos una persona, mayor de edad, se debate entre ambos mundos: el de los vivos y el de la verdadera vida. Un trueno potente anuncia que la lluvia seguirá toda la tarde, incluso la noche entera. No hay nadie quien la atienda, ni nadie quien la visite... al fin y al cabo la herencia está hecha. Un murmullo lejano le indica que sigue viviendo, pues sus ojos están cansados, maltrechos... sin ánimos de seguir mirando esta indigente vida.

Todo es monotonía... el cambio de turnos, el cambio de medicamentos... que solo aumentan su agonía pues los dolores son espantosos, sin embargo ella dejó de quejarse, no porque no lo sintiera sino para no hacer su vida más miserable.

Las luces se apagan dando por enterado que es hora de dormir, pero el sueño ya no existe más... Una figura sombría se acerca a ese cuarto de hospital. Ha llevado mucho tiempo caminando bajo la lluvia, pues va dejando tras si, las huellas húmedas de su andar. Deja su abrigo mojado en una silla, mientras sigue caminando, dirigiendose a la cama donde se encuentra su madre.

"Has venido, hija"
"Si, mamá..." - hace una pausa "cómo... cómo estás" - dice mientras una gruesa lagrima corre por su mejilla. La señora no contesta. El cuarto está lleno del sonido de la lluvia que rebota en la ventana. Y un aparato extraño que lleva el ritmo de un corazón cansado.
"Mis hermanos no querían que viniera... están con el abogado y... se enojaron mucho cuando supieron lo de la casa..."
"Yo quería que fuera para ti... y para mis nietos" habló por fin la señora con un tono muy quedo. La joven volvió a llorar.
"Yo no quiero la casa, te quiero a ti" decía desesperada, su semblante iba perdiendo fuerza mientras seguía llorando. Al fin calló arrodillada a un lado de la cama. Agarraba con fuerza la sábana hasta que encontró la frágil mano de su madre y la tomó con suavidad. Pudo observar varios moretones causados por los infinitos piquetes de una aguja.

"Es mejor así hija... solo dile a mis tesoros que los quiero mucho y que voy a estar mejor al lado de tu padre". La hija lloró en silencio. La señora abrió levemente sus ojos e hizo un esfuerzo por enfocar la silueta de su hija, que estaba ahi, frente a ella, tomando su mano."Eres mi mayor tesoro hija... por eso te lo pedí a ti"

Afuera se escuchó la sirena de una ambulancia que llegaba con un paciente más... la lluvia arreciaba... "Mamá... tú sabes que yo te amo" - dijo mientras se levantaba.

A lo lejos podía escucharse el movimiento del personal del hospital, tratando de salvarle la vida al joven que había llegado en la ambulancia. Los doctores daban las órdenes a gritos, afuera los relámpagos aumentaban el estruendo y en general todos estaban tan ocupados como para darse cuenta de la gris silueta de una chica que abandonaba el hospital para internarse en la torrencial lluvia... dejando tras sí varios cables desconectados... y el cuerpo inerte de su madre, que su cara dibujaba una leve sonrisa.

Fin.

viernes, marzo 03, 2006

Eight days a week


Actualmente es imposible hacer todo lo que hay que hacer en un día... Diario hay que comer:
1 manzana por el hierro, 1 plátano por el potasio, dos litros de agua por la línea, un Actimel o Yakult para la flora intestinal, una aspirina para prevenir infartos, fibra, mucha fibra, cuanta más fibra mejor (hasta que ensucies los calzones), naranja por la vitamina C, una dona si quieres tener un día redondo... por supuesto hay que hacer las 3 comidas diarias, sin olvidarte que tienes que masticar 30 veces cada bocado y después lavarte los dientes.

En fin, haciendo el cálculo, sólo en comer se te van 5 horas... Todos los días hay que dormir 8 horas y trabajar otras 8 (en la que tienes que rendir como 12)... nos quedan 3.

Curiosamente y según las estadísticas, vemos un mínimo de tres horas diarias de televisión. Entonces ya nos fregamos porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora. Los que tienen hijos estan peor, pues hay que darles "Tiempo de Calidad". Hay que cuidar las amistades (porque las amistades son como una planta, hay que regarlas a diario). Y si tienes novio (a) hay que innovar, para no caer en la rutina, ¡Y eso requiere su tiempo!

También hay que buscar tiempo para barrer y limpiar, y no te digo nada si tienes perro, gato, o mascota alguna... En fin, a mí me salen mas de 29 horas.

La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias cosas a la vez... Por ejemplo, mientras te bañas puedes abrir la boca y así vas tomando agua. Al mismo tiempo que te secas, puedes comerte una dona metiendo el plátano por el hueco (de la dona... cochinotes)... Cuando salgas del baño, te ejercitas los brazos, mientras pones el cepillo de dientes en la boca, te amarras una escoba a la cintura y vas barriendo. De paso, que tu pareja vaya viendo la televisión y te cuente.

Después de todo esto, todavía nos ponemos dramáticos y cuando vemos a un amigo le reclamamos: "¡Qué onda wey! ¿Por qué no me has llamado?"

Espero que comprendan ahora el porqué no los he llamado o escrito un correo. Saludos