El Infierno... ¿Caliente o Frío?
Este año 2017, el equipo de Muy Aburrido se ha propuesto a contestar la incógnita: ¿El infierno es caliente o frío?
¿Para eso esperé tanto tiempo? - Reclama airadamente uno de mis lectores.
Ok... para conocer la temperatura del infierno, primero debemos saber cómo la masa de éste va cambiando en el tiempo. Para ello necesitamos saber la velocidad de las almas que se mueven constantemente hacia el infierno y las que salen de él. Aunque podemos asumir que el alma que llega al infierno nunca sale.
Para saber cuántas almas se van al infierno, echemos un vistazo a las diferentes religiones que existen actualmente... La mayoría de estas religiones aseguran que si no eres miembro de su religión, irás al infierno... Y puesto que hay más de una de estas religiones y como la gente no pertenece a más de una religión, podemos deducir que TODAS las almas van al infierno.
Con las tasas de nacimiento y muerte como son, podemos esperar que el número de almas en el infierno aumente exponencialmente.
Ahora, si encontramos que la Ley de Boyle establece que para que la temperatura y presión del infierno permanezcan iguales, su volumen tiene que expandirse proporcionalmente a medida que las almas se incorporan y esto da dos posibilidades:
1. Si el Infierno se está expandiendo a un ritmo más lento que la velocidad a la que las almas entran en él, entonces la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que todo el Infierno explote.
2. Si el Infierno se está expandiendo a una velocidad más rápida que el aumento de las almas en él, entonces la temperatura y la presión caerán hasta que el Infierno se congele.
- Entonces, ¿cuál es la buena? - Pregunta intrigado el único lector que ha llegado a este punto...
Bueno, si aceptamos el postulado que me ha dado una chica que conocí en la prepa que dice: "Se congelará el infierno antes que acostarme contigo", y teniendo en cuenta que ayer dormimos juntos, entonces la número dos debe ser verdad. Por lo tanto estoy seguro que el infierno se ha congelado.
Como conclusión, además de comprobar que el Infierno es un lugar congelado, podemos deducir que ya no sigue aceptando más almas y por lo tanto está EXTINTO... dejando solamente el Cielo, probando así la existencia de un Ser Divino que explica el por qué, ayer por la noche, mi chica seguía gritando: "¡Oh Dios mío!"