En este mes de la patria, me pongo el sombrero y me pongo a recordar al compositor guanajuatense por excelencia. Estoy hablando del señor José Alfredo Jiménez… y me pongo de pie.
Todos los que nos jactamos de ser mexicanos hemos cantado a todo pulmón alguna de sus canciones… y más cuando nos traen de un ala, perdidamente enamorados… qué tal cuando queremos decir algo y solo nos viene a la mente: “Pero callé tu boca con mis besos, y así pasaron muchas, muchas horas”
Ahora, la ves fijamente a los ojos mientras de música de fondo (y con mariachi) se escucha: “Deja que salga la luna, deja que se oculte el sol, deja que salga la noche, pa’ que empiece nuestro amor” hasta se me pone la piel chinita… “Yo no se lo que valga mi vida, pero yo te la quiero entregar, yo no se si tu amor la reciba, pero yo te la vengo a dejar”
Sin embargo, el hablar de José Alfredo es hablar del desamor de una mujer “Es inútil dejar de quererte, ya no puedo vivir sin tu amor, no me digas que voy a perderte, no me quieras matar corazón” y nos viene a la mente la imagen del mexicano, botella en mano, ahogando sus penas en alcohol: “Me cansé de rogarle, me cansé de decirle que yo sin ella de pena muero, ya no quiso escucharme, si sus labios se abrieron fue pa’ decirme ¡ya no te quiero!” y sentir que se te acaba el mundo cuando se va tu mujer amada “La quería más que a su vida y la perdió para siempre; por eso lleva una herida, por eso busca la muerte”
Y ya con unas copas encima nos sale el orgullo mexicano y comenzamos a gritar a todo pulmón “Dirás que no me quisiste, pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar” “Te vas por que yo quiero que te vayas, a la hora que yo quiera te detengo, yo se que mi cariño te hace falta, por que quieras o no yo soy tu dueño”
Y venga otro trago de tequila para cantarle desde mi ronco pecho: “Cuando lejos te encuentres de mi, cuando quieras que esté yo contigo, no hallarás un recuerdo de mi, ni tendrás más amores conmigo” y que siga el mariachi tocando que para eso le pago chinga’o “Cuántas cosas quedaron prendidas, hasta dentro del fondo de mi alma. Cuántas luces dejaste encendidas, yo no se como voy a apagarlas” Ok, ok… ya me estoy emocionando
Ya una vez que has desahogado todo ese dolor, te pones nostálgico y comienzas a recordarla “Sin nos dejan, buscamos un rincón cerca del cielo, si nos dejan, haremos con las nubes terciopelo…” “Cuando te hablen de amor y de ilusiones, y te ofrezcan un sol y un cielo entero. Si te acuerdas de mi no me menciones, por que vas a sentir amor del bueno”
Y como ya ando encarrerado y con el orgullo muy elevado por ser guanajuatense me tomaré unos tequilas… al fin y al cabo “la vida no vale nada”